Para aplicaciones directas del sector transporte, como el uso de biodiésel en motores de vehículos, se producen reacciones químicas que involucran el uso de aceite y alcohol. Además, este tipo de energía limpia tiene ventajas y desventajas.

ALGUNO USOS IMPORTANTES POR RUBRO DE BIODIESEL:

Motores y vehículos diésel

Una de las principales limitaciones de otras energías alternativas, como la eólica y la solar, es su baja practicidad para impulsar los sistemas de transporte.

En la actualidad, todos los vehículos diésel pueden funcionar correctamente con biodiésel o mezclas de otros biocombustibles.

En automóviles fabricados antes de 1993, puede requerirse el reemplazo de algunos componentes en las líneas de combustible para evitar que el biodiésel afecte el funcionamiento del motor.

Como fuente de calor

Los biocombustibles utilizados en la producción de biodiésel permiten proporcionar energía térmica. La aplicación más común son los sistemas de calefacción, bien sea por la quema de leña en chimeneas domésticas, o para impulsar el funcionamiento de cocinas.

A través de diversos procesos de mezcla de biodiésel, es posible reducir las emisiones de dióxido de azufre y otros gases tóxicos.

Para generar energía eléctrica

Además de servir como combustible para el sector transporte, el biodiésel permite generar electricidad. De hecho, este proceso de transformación de energía es crucial en comunidades y ubicaciones más propensas a sufrir las consecuencias de las emisiones tóxicas, como las escuelas, los hospitales y las zonas residenciales.

Limpieza del agua

Más allá de ser un combustible ecológico, el biodiésel puede contribuir con el saneamiento de los mares, especialmente en casos de derrames petroleros y contaminación por grasa.

El biocombustible puede utilizarse además como disolvente industrial, específicamente para limpiar metales, lo que también trae ventajas por su bajo impacto contaminante.

Como lubricante

El biodiésel tiene el potencial de reducir el porcentaje de azufre en los sistemas de vehículos diésel. El azufre interviene directamente en la lubricidad del combustible, por lo que este biocombustible sirve también como lubricante ecológico.